Viena: elegante, prolija, antigua y moderna, la capital de Austria se ha convertido en uno de los destinos de Europa más elegidos por los viajeros. Su gastronomía, su arquitectura y su oferta cultural sumado a los espacios verdes que la componen hacen que su visita sea muy completa y memorable.
Si tu itinerario viajero la incluye, en este artículo vas a encontrar todas las opciones disponibles para ir desde Praga a Viena en coche, bus, tren y avión.
Cómo ir de Praga a Viena en coche
Tal como comentaba en el artículo Cómo ir de Praga a Budapest. ésta es la opción que más libertad te dará en tanto a los horarios, autopistas a coger y paradas intermedias que se quieran realizar, pero a la vez será una de las alternativas menos económicas.
Mi recomendación es que la elijas si es que ya vienes de road trip por Europa, sino probablemente sea mejor que escojas entre las otras que menciono más adelante.
Cómo ir de Praga a Viena en tren
Como siempre digo, no hay como viajar en tren y disfrutar de todos los paisajes que el camino tiene para regalar. Para el recorrido Praga - Viena, esta opción suele ser la más elegida, más rápida que el bus y más barata que el coche.
La partida es desde la estación central de trenes “Praha Hlavni Nadrazi”, ubicada en el centro de la ciudad, y la llegada es a “Wien Hauptbahnhof” o “Wien Simmering Bahnhof”. Procura coger aquellos que lleguen a la primera, que es la Estación Central de Viena, ya que es la que se encuentra más cercana al centro. Una vez allí, puedes llegar hasta tu alojamiento acercándote rápidamente con el tren de la compañía OBB o el metro U1. También puedes hacerlo con el bus número 66 o el tranvía línea D, pero estos te dejarán un poco más alejado. De todas maneras tu elección probablemente se basará en la dirección de tu hospeda, así que te recomiendo chequear cuál es la más conveniente teniendo en cuenta eso previamente.
Para ver com más detalle los horarios desde los sitios web de las dos compañías que cubren ese trayecto: Regiojet y České dráhy.
Cómo ir de Praga a Viena en autobús
Una opción muy similar al tren en tanto al precio solo que con la posibilidad de viajar por la noche. Son múltiples las compañías que hacen este trayecto por lo cual no tendrás problemas a la hora de elegir horarios de salida.
Yo suelo hacer estos recorridos con Flixbus y siempre la recomiendo. De hecho, una de las opciones más económicas es con esta compañía ya que realiza un cambio de bus en una parada en la ciudad checa Brno. Así que si una de tus prioridades es el presupuesto ya sabés.
El punto de partida es desde la estación UAN Florenc, a la que se puede llegar con el metro línea 8, bajando en la estación Florenc. En relación a la llegada, ésta puede ser a la estación en Erdberg, en el caso de los buses de Flixbus; o a la estación central de autobuses internacionales de Viena o a la que se encuentra en la Plaza Südtiroler, para el resto de las compañías.
De todas formas no interesa mucho la estación de llegada ya que afortunadamente las tres tienen conexión directa con el centro a través del metro U5, para la de Erdberg, y línea U1 para las otras dos.
Cómo ir de Praga a Viena en avión
Personalmente considero que ésta no es una opción muy viable, pues además de que hay pocas opciones de vuelos directos, los que hay son a precios muy elevados. Ni hablar de que aquellos que tienen escala, algunos demoran hasta 18 horas en llegar a destino, algo que realmente no tiene sentido.
Pero si de todas formas te gustaría echar un vistazo tu mismo, te recomiendo hacerlo desde el sitio web de Skyscanner.
Los vuelos parten desde el aeropuerto de Praga, al que puedes llegar con el bus de la línea 907. Y para ir hacia el centro una vez llegado a Viena se puede coger en el mismo aeropuerto los trenes City Airport Train (CAT), S-Bahn de ÖBB, ambos de 12 euros, el S7 también de ÖBB pero a 4,20 euros por dos zonas. Otra opción es coger autobuses como Airlines por 5 euros o el Vienna Airport Lines VAL 2 a 8 euros. Y por último la alternativa de ir en taxi que te significarán entre unos 30 a 40 euros, dependiendo la ubicación de tu hospedaje.
Qué ver en Viena
Palacio Schönbrunn: Construido en el siglo XVII y habiendo sido residencia de la familia imperial, este palacio es considerada una de las visitas obligadas en Viena. Particularmente lo que más me gustó de él fue su fachada y sus jardines, luego sí sus habitaciones al mejor estilo rococó de la época.
Una experiencia distinta y memorable podría ser asistir a uno de sus conciertos. Para ello es muy importante reservar con anticipación ya que de lo contrario es casi imposible conseguir entradas.
El costo de las entradas al palacio dependerá en gran medida del tour que prefieras coger, pero suelen ir entre 4,50 a 20 euros y se pueden adquirir directamente en el sitio oficial de venta de billetes.
Iglesia San Carlos Borromeo: He aquí una de las iglesias más importantes de Viena, la cual si bien en su interior enamora con los frescos de su techo, en su exterior asombra con sus dos torres imponentes y la dimensión de su cúpula verde agua.
Y una de las cosas que más me disfruté al visitarla, fue que en el predio exterior donde se sitúa hay una fuente muy grande, donde las personas se sientan en los bordes, con los pies en el agua a pasar el rato con amigos. Vivir el atardecer ahí fue magia.
La entrada a la iglesia cuesta 8 euros para adultos y 4 euros para estudiantes.
Catedral: Recuerdo lo que más me ha impactado de ella, su tejado alto de azulejos verdes, azules y amarillos, nunca había visto una catedral con este estilo tan particular. Y su interior tampoco se queda atrás, combinando barroco y arte gótico, es un espacio único para contemplar, como así también subir a su torre y conseguir una de las vistas más preciosas de la ciudad.
El costo de la entrada a la catedral es gratuita y una vez allí se pueden adquirir pases para las torres, catacumbas y hasta una audioguía, todo con costo adicional. Pero para darte un ejemplo, la entrada que lo incluye todo cuesta 14,50 euros.
Prater: Un espacio que llenará tu corazón con encanto y calidez. Estoy hablando de un pequeño parque de diversiones que conserva su historia para crear una atmósfera un poco vintage y acoger a uno de los símbolos más representativos de Viena: la Noria.
Además su entrada es gratuita, sólo tendrás que pagar por aquellas atracciones que elijas, y este precio variará entre 1 a 5 euros.
Como siempre, recomiendo echar un vistazo a las diferentes opciones de excursiones y visitas guiadas que ofrece Civitatis como así también la posibilidad de adquirir la Viena Pass, una tarjeta que incluye la entrada a varias atracciones y que, dependiendo lo que tengas en mente visitar, puede ser lo más rentable económicamente.
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